Los fracasos tecnológicos que la industria quisiera borrar

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Los fracasos tecnológicos que la industria quisiera borrar con GCN Español





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Los fracasos tecnológicos que la industria quisiera borrar

Los grandes fracasos de la industria del ciclismo

La industria de la bicicleta está en constante evolución, siempre buscando la próxima gran revolución. A menudo hablamos de las últimas novedades, las nuevas tendencias y las grandes innovaciones, pero no todas llegan para quedarse. En este artículo, analizaremos algunos de los grandes fracasos de la industria del ciclismo y las tecnologías que no lograron perdurar a lo largo de los años.

Sistemas hidráulicos en el ciclismo

Los sistemas hidráulicos se utilizan en el mundo del motor, la aviación e incluso en el mountain bike. Antes de la llegada de los frenos de disco hidráulicos a la carretera, ya sabíamos de las bondades que tenía tanto en suspensiones como en frenos de disco. En 2016, la marca Rotor lanzó el grupo Rotor 1, un grupo de cambio que funcionaba con un sistema hidráulico. Las ventajas de este sistema eran muchas: precisión, suavidad en el funcionamiento, bajo mantenimiento y múltiples opciones de cambio, además de un peso más ligero en comparación con otros grupos de cambio.

Sin embargo, esta tecnología no logró perdurar debido a que los grandes grupos de transmisión del ciclismo no apostaron por ella. Aunque prometía ser una revolución en el mundo de los cambios, no logró imponerse en el mercado.

Potenciómetros en la bicicleta

Los potenciómetros, utilizados para medir la potencia en la pedalada, también han experimentado varios fracasos a lo largo de los años. Se ha probado instalar medidores de potencia en distintas zonas de la bicicleta, incluso en algunos accesorios. Por ejemplo, la marca de zapatillas Look intentó instalar un medidor de potencia en la suela de sus zapatos. Aunque era una buena idea, el prototipo no terminó de cuajar, posiblemente debido a la desviación en la medición de la potencia y a la falta de compatibilidad con la tecnología ANT Plus.

Otro tipo de potenciómetro que se utilizó ampliamente fue el potenciómetro en el buje trasero de la rueda. Sin embargo, con la llegada de los sensores duales, que permiten la lectura de la potencia generada por cada pierna, este tipo de potenciómetro fue quedando obsoleto. En 2019, SRAM compró el grupo Cyclops de PowerTab, dejando morir esta marca para beneficiar a otras marcas dentro de su grupo económico.

Platos ovalados en el ciclismo

Los platos ovalados se pusieron de moda con la llegada del Team Sky, cuyas estrellas los utilizaban. Las ventajas de utilizar el plato ovalado se demostraron, eliminando el punto muerto en el pedaleo y proporcionando una mayor aceleración y cadencia. Sin embargo, a pesar de que muchas marcas apostaron por esta tecnología, no terminó de implementarse ampliamente. La adaptación al pedaleo con platos ovalados no es fácil para todos los ciclistas, por lo que el uso de platos ovalados quedó limitado a ciertos usuarios.

Bielas curvadas y con amortiguación

En los años 80, se experimentó con las bielas curvadas, que supuestamente daban una ayuda en la mejora del rendimiento, pero se demostró que no era así. Además, estas bielas eran más pesadas y tenían un costo de fabricación mayor en comparación con las bielas tradicionales. Posteriormente, aparecieron las bielas con amortiguación, que al pedalear almacenaban energía en la primera fase del pedaleo para ser utilizada en la parte final. Sin embargo, este sistema demostró generar una resistencia adicional y no resultó efectivo en la práctica.

Frenos fuera de eje y debajo del pedalier

Se experimentó con frenos fuera del eje y debajo del pedalier para hacer las bicicletas visualmente más bonitas y aerodinámicas. Sin embargo, estos frenos resultaron complicados de ajustar y mantenían un rendimiento deficiente en comparación con los frenos tradicionales. Con la llegada de los frenos de disco, estos frenos han ido desapareciendo del mercado.

Conclusiones

En conclusión, la industria del ciclismo ha experimentado numerosos fracasos a lo largo de los años, con tecnologías que no lograron imponerse en el mercado debido a diversos motivos, como la falta de apoyo de los grandes grupos de transmisión, problemas de compatibilidad o resistencia al cambio por parte de los usuarios. Aunque estos fracasos forman parte del proceso de innovación y evolución de la industria, también demuestran que no todas las nuevas tecnologías están destinadas a perdurar en el tiempo.