Traición en el equipo Kelme en El Angliru

Traición en el equipo Kelme Vuelta a España 2002

Las expresiones de asombro buscaban confirmación. A seis kilómetros de la meta, con el líder de la clasificación general luchando en la bicicleta, Aitor González sorprendió al grupo al acelerar el ritmo de subida en El Angliru, llevándose consigo a Roberto Heras y dejando atrás a su compañero y líder.

Este movimiento resultó, como mínimo, extraño. Vicente Belda lo confirmaría más tarde:

«Teníamos la responsabilidad de mantenernos junto a nuestros rivales y mantener la distancia con Heras y Beloki, pero cometimos un grave error que podría costarnos la Vuelta a España».

Las palabras del director deportivo del Kelme no reflejaban su enojo, pero su tono de voz revelaba mucho más:

«Aitor sabía que si seguía a Sevilla, con la contrarreloj pendiente, tendría la Vuelta en sus manos. Le dije que se mantuviera tranquilo»

Continuó Belda. Sin embargo, su pupilo no le hizo caso y el equipo se fracturó en las terroríficas pendientes del Angliru. Será difícil recomponerlo.

PÓLEMICA POR LA ACTUACIÓN DE AITOR EN EL ANGLIRU

Durante la semana previa a la etapa de ayer, Belda había asegurado que todo era paz y armonía en su equipo, desmintiendo los rumores que apuntaban a una mala relación entre Aitor González y Óscar Sevilla, a los que calificaba como invenciones de la prensa sensacionalista. «Veremos qué sucede en El Angliru, pero si saltan chispas, intentaré impedir que haya un incendio», había dicho. Desde ayer, las llamas han comenzado a devorar las entrañas de su equipo.

Óscar Sevilla, hasta ayer líder en la clasificación general, no pudo ocultar su descontento:

«Si el equipo no quiere que yo sea el líder, que me lo diga»

exclamó, disgustado por la actitud de su compañero, una actitud difícil de justificar incluso desde la perspectiva apuntada por Heras, el gran beneficiado por la maniobra de Aitor.

Oscar Sevilla expresó que le resultó «extraño» y señaló el desconocimiento como posible causa de un ataque prematuro. Este ataque terminó por sepultar al que, en teoría, era su líder. «Pasé un mal momento y cuando me recuperé fue cuando me di cuenta de lo que había ocurrido. No lo entiendo, pero él sabrá», comentó Sevilla refiriéndose a su compañero, quien ahora es el nuevo líder del equipo según confirmó Belda, con el objetivo de ganar la carrera. Queda por ver la reacción del corredor de Albacete ante esta nueva situación.

La situación de Aitor González en el Kelme no es cómoda. Su contrato finaliza al final de esta temporada y, aunque el equipo ha manifestado su intención de renovarlo, aún no se ha llegado a un acuerdo. Aitor tiene varias ofertas sobre la mesa, entre ellas una del equipo italiano Quick-Step, el mismo equipo que intenta fichar a Óscar Freire.

Su actitud de ayer levanta sospechas y revela a un corredor necesitado de reconocimiento, ansioso por captar la atención en comparación con el joven Sevilla, quien acapara todas las miradas. Con el paso de las horas, Aitor intentó justificarse en la Cadena Ser:

«No vi que [Sevilla] se quedara rezagado. Si lo he perjudicado, lo siento, pero no me siento culpable de nada. No lo vi», afirmó.

Quedan kilómetros por recorrer y, sobre todo, la contrarreloj en Madrid, donde Sevilla y, especialmente, Aitor son muy superiores a Roberto Heras. Sin embargo, ese no es el problema para un equipo que ya está dividido.

«La verdad es que no sé qué solución tiene todo esto»

Concluyó Sevilla su relato de amargura antes de que Vicente Belda se reuniera con todos sus corredores y expresara su enfado a Aitor. Hoy ofrecerá una conferencia de prensa donde intentará explicar lo que sucedió ayer con sus dos líderes. Quizás aparezca vestido de bombero.